Cuando decidiste embarcarte en la aventura de convertirte en un nómada digital, de emprender desde donde tú quieras, te has visto viajando por todo el mundo, buscando experiencias mágicas y conociendo otras culturas.
Seguro que en todos esos sueños nunca te iba mal el Wi-Fi, los sitios donde hacías coworking estaban siempre llenos de gente e ideas y nunca te faltaba nada porque te movías en un entorno urbano idílico.